por Luciano García
u otros

Por un pensamiento-devil



La filosofía argentina no ha sido mucho más que una secta de germanistas. El filósofo argentino cultor de esta secta ama su germanismo y a los filósofos alemanes; pero no se les parece en nada, y hace todo lo posible para ello. Permuta el genio y el talento, por los cuales aquellos eximios oportunistas, se beneficiaron de renombre ecuménico, por la simple destreza de leerlos en su lengua de corrido.

Desde la fundación de la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires, hasta el día de ayer, ese es el gran filósofo nacional de prestigio de claustro. Un hombre con nervios de hierro y un aparato digestivo privilegiado y en alemán.



La idea de acabar:


Me cago en Hegel (manifiesto)




Por un pensamiento-devil.



Por un pensamiento de vil.





Estilo y entropía, y el resto: pajas, doxas.